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Mostrando entradas de octubre, 2021

Federico, indomable (Extracción de mi novela "Sí señor")

Caminar por las calles de Villa Crespo era para mí el paraíso, mi evasión más grande fue y es caminar, volver a mi casa era un poco volver a la trinchera, donde los bombardeos eran más fuertes, y donde recibía la mayoría de mis heridas de guerra. Estoy hablando de momentos que pasé entre los seis y los once años, donde mi vida como hijo se me hace más real, nadie me tiene que terminar de contar la imagen que guardo en mi cabeza, cada parte de mi historia, a partir de esa edad, que está guardada en mí, tiene la consistencia de una mente consiente, que razona, que tiene juicio, a pesar de la desesperación de saberme completamente sometido al mundo de los adultos, yo, en la primaria, en el infierno de guardapolvos, borradores y tizas, en ese mundo de blanco sobre negro, de vacío existencial, no me lo tienen que contar, puedo hablar y puedo contar, como cuento los dedos de la mano, como contaba el número de calles que caminaba, sumando metros hasta llegar a kilómetros, diez cuadras un ki...

Muerte de Leila Lorenzo (Extracción de mi libro Soy todo ojos mirando) 2003

Una noche Leila Lorenzo me vino a buscar a la plaza. Leila se había ofendido conmigo hacía unos dos años porque le había roto por accidente la foto de su gran amor, el fallecido Marcos Mora. Leila era una romántica Leila cantaba a todas las criaturas de la noche solamente con su llegada, y yo con felicidad paraba de trabajar para recibir como se debía a una reina, con una cerveza bien helada. Desde hacía un tiempo yo había vuelto a beber, y sorprendido noté que ya no era el borracho de antes, me aburría la idea de beber la interminable cantidad de alcohol las borracheras que se repetían ya no me interesaban para nada, algo adentro mío había cambiado por alguna razón. Pero una cerveza, o dos cervezas con una vieja amiga no se podían negar, la borrachera alegre es siempre bienvenida, y la alegría de volver a ver a Leila era grande. A Leila la traía en la silla de ruedas un chongo desde su casa, Leila no tenía piernas y pesaba alrededor de 150 kilos esa noche en Palermo. Leila estaba a pu...